MÓNICA RODRÍGUEZ: «A LOS NIÑOS SE LES DEBE HABLAR CON LA VOZ QUE UNO TIENE»

On 29 octubre, 2013 by Redacción Creatividad Literaria

Los beneficios económicos de la venta de una casa familiar animaron a Mónica Rodríguez, licenciada de Ciencias Físicas eel-naranjo-que-se-murio-de-tristeza-9788426389015 investigadora en activo de aquella, a cambiar en 2009 laboratorio nuclear por escritorio doméstico y darse una oportunidad en las letras. Se decidió por un público infantil y juvenil, y surgieron historias que engatusaron a las editoriales más importantes del género, a los lectores y a los críticos.

Con una veintena de libros publicados los premios también han ido cayendo: finalista en 2012 del Premio Barco de Vapor con Kerida Azubá, XXII Premio Ala Delta 2011 por Diente de León o I Premio Novela Juvenil Villa de Pozuelo de Alarcón 2007 con Los Caminos de Piedelagua,el de la Biblioteca de Múnich, que todos los años selecciona los White Ravens, lo que inglés significa en sentido literal «cuervos blancos» y en una segunda traducción se refiere a aquellas rarezas, en el buen sentido, que, por su singularidad, son extraordinarias. En 2013 entró en dicha lista una novela de Mónica Rodríguez y Gonzalo Moure: Esta, la vida. En 2014 recibió el Premio Leer es Vivir de Everest por La niña de los caracoles.

Y como sigue escribiendo y publicando, nos puede chivar los trucos, las dificultades y el atractivo de la literatura infantil y juvenil, pues aquí esta entrevista.

*** Curiosidades genéticas: es hermana del poeta Julio Rodríguez

¿Cuándo decidiste dejar tu otra profesión y por qué?esta, la vida

     Yo escribía por las noches, después del trabajo y de pasar la tarde con mis tres niñas, entonces bastante pequeñas. Mi anhelo era poder escribir durante las mañanas, cinco, seis horas seguidas, con la cabeza despejada y todo el tiempo dedicado a lo que en verdad me gusta y me llena. La oportunidad de cumplir este sueño vino con la venta de la casa familiar que me permitió económicamente abandonar mi otra profesión, al menos por una temporada. No sé si sobreviviré mucho más tiempo.

¿Cómo captas la atención de un público infantil/juvenil?

     ¿Cómo trato de captarla? No sé, es difícil. Intento que haya personajes complejos y llenos de conflictos con los que los niños se puedan sentir identificados. ¿Lo consigo? Supongo que solo a veces.

¿Albergas un deseo educativo en tus libros?

     La literatura está por encima de cualquier anhelo educativo. Ante todo, tiene que ser literatura. Como dijo Oscar Wild: «No hay libros morales ni inmorales. Los libros están bien escritos o no lo están». No trato ni mucho menos de hacer libros con moralinas, pero está claro que uno escribe desde su propia concepción del mundo, desde su ética que siempre están presentes, a veces para cuestionarla. Porque escribir es, al fin y al cabo, hacerse preguntas, tratar de responderlas. Tampoco hay que olvidar que una de las diferencias entre el público adulto y el infantil es que los niños están en proceso de formación, de maduración y no vale todo. ¿O sí?

¿Mantienes contacto con los lectores para conocer su opinión? (esto lo pregunto porque claro, tu cabeza no es la de un niño de 10 años, ¿cómo sabes que no se te está yendo la mano…?)

     No lo sé. Hago encuentros en colegios con chavales que han leído mis libros y tampoco acabo de saberlo. Muchas veces se me va de la mano, supongo. De todas formas, pienso que cada niño es diferente y solo con haber llegado a uno de ellos de verdad, a conmoverlo (moverlo con mi escritura) me doy por satisfecha.

¿Los críos se alejan de lo que huele a adulto?

     Unos sí y otros no. En general imagino que todo aquello con lo que no se identifican les interesa menos.Diente-de-leon

¿Infantiliza escribir LJI?

     Si te refieres a regresar a comportamientos propios de la infancia, pues evidentemente no. Eso es como si escribir sobre un asesino te hace comportarte como un asesino. Creo que ni siquiera infantilizo mi escritura (es decir, le doy cualidades infantiles) porque yo no soy una niña, soy un adulto y porque creo que a los niños se les debe hablar con la voz que uno tiene. Otra cosa es que se eviten complejas construcciones sintácticas, pero nunca situaciones ni emociones complejas.

¿Te ves obligada a reducir tu vocabulario y las estructuras narrativas al escribir?

     Evito, si el texto que tengo entre manos es para público infantil, construcciones complejas o un exceso de vocabulario difícil, porque la dificultad en la comprensión frustra a un niño. También es verdad que creo sinceramente que para comprender un texto no es necesario entenderlo todo y que siempre las historias deben ir acompañadas de un poco más para ir creciendo. El crecimiento personal creo que es una de las consecuencias de la buena literatura, tanto de niños como de adultos.

¿Qué diferencia a un lector juvenil de uno adulto? (aparte de la edad, lógicamente) ¿En qué momento se produce el cambio?

     A veces en nada, a veces en todo, depende de la madurez y del momento emocional del joven y del adulto. Hay una fina barrera entre ambos que a veces se entrecruza. La adolescencia es un momento de la vida de las personas en que nos volvemos egocéntricos, el grupo adquiere mucha importancia, el sexo está despertando y todos estos aspectos hacen que esas temáticas propias de la juventud les interese mucho. Pero es también un periodo en que se forma la identidad, las emociones fluyen y hay un verdadero atractivo por todas las cuestiones de la vida.

¿Cómo es el trabajo de escritora? El tuyo al menos.mis pequen?os_cubiertaprimera.qxd:Mise en page 1

     El mío es fantástico. Aunque no sé cuánto tiempo me va durar. Mis niñas se van al colegio a las nueve de la mañana y yo me siento al ordenador con un té verde. Después de trastear un poco por el correo, facebook, etc. me pongo con el texto que esté escribiendo/corrigiendo en ese momento y estoy sentada hasta las tres de la tarde.  y me levanto solo a media mañana para hacer un poco de estiramientos o yoga y bajar a comprar pan a la panadería de abajo. Como viendo el telediario. Si el día a día, con las extraescolares, deberes, cumpleaños, cenas y demás obligaciones me dejan, saco algún ratito por la tarde para seguir escribiendo o para leer. Un placer: escribir, familia, lectura. Ahora además tenemos un perro que duerme a mis pies mientras escribo. ¿Se puede pedir más? Bueno, sí, vivir de ello.

¿Y tú, lees por ocio literatura infantil y juvenil?

     Claro. Hay verdaderas joyas literarias en la LIJ que muchos adultos se pierden por culpa de las tan discutidas y, en algún sentido, necesarias clasificaciones.

¿Te dan ideas tus hijas? Cuántas anécdotas, comentarios les “has robado”?

     Hace muy poco escribí un libro plagiándole a mi hija Marta uno de los cuentos que ella había escrito para el cole. Bueno, una pequeña anécdota dentro de su cuento y con permiso de ella, claro. Pero salvo estos flagrantes hurtos, abuso poco de ellas.

¿Qué recomendarías leer a un niño y a un jovencito? Aparte de tus libros, ¡claro!

     Depende del niño. A cada lector su libro y a cada libro su lector. En general, con los ojos cerrados, cualquier obra de Juan Farias, Gonzalo Moure, Pablo Albo, Gianni Rodari, Roald Dahl, Michael Ende… todos los clásicoskerida azubá, que por algo lo son, y mi lista puede seguir y seguir y seguir. Hay tantos buenos.

Por el Premio White Ravens (¡felicidades!)… ¿qué características extraordinarias crees que tienen tus historias que las diferencia de otros del género?

     Hablaré en particular de esta historia “Esta, la vida” que fue la obra galardonada con el White Ravens y que sí es un libro diferente. Y lo es no solo por el hecho de que esté escrita a cuatro manos sino porque los protagonistas son una leopardo hembra y un impala macho a los que le suceden una serie de peripecias descritas sin ninguna intención de personificar a los animales. El resultado es el título del libro: “Esta, la vida” y creo que va más allá de las anécdotas descritas en la sabana. Hay mucha filosofía cruda de la vida entrelíneas a veces difícil de ver, o de digerir.

¿Cómo crees que debe de ser  la incorporación, el proceso quiero decir, de un niño a la lectura?

     De cualquier manera. Creo que todo vale. No es que diga que crea que vale cualquier lectura sino cualquier método para que un niño llegue a ser lector. Siempre se dice que no hay que obligar a leer, pero puede haber niños que sí necesiten ese empujón para acabar descubriendo el mundo que nos ofrecen los libros. Es muy difícil. Yo tengo tres hijas y ninguna es una extraordinaria lectora. Leen, pero si tienen un rato libre encuentran antes mil cosas que hacer. No me preocupa. Ya encontraran el tesoro. ¡Espero!

Tenemos la idea de que los ilustradores dibujan una vez que leen las historias, pero ¿alguna vezl.caminos-piedelagua se da el caso contrario? ¿Alguna vez has partido de una ilustración y has escrito un cuento?

     Sí, en varias ocasiones y es una experiencia curiosa, de la que se aprende mucho. Para empezar la colección de Candela parte de las ilustraciones e idea de Mónica Carretero. Por otra parte, hace muy poquito escribí un texto sobre unas ilustraciones de Toledo de Eva Vázquez que espero acabe transformado en un bonito libro-álbum. Es interesante hacer el proceso inverso y tratar de que tu historia sume a la propuesta de las ilustraciones y no contar lo que ellas muestran. Este es el trabajo que hacen siempre los ilustradores (buenos) con los textos y es complejo. En el caso de Toledo, por ejemplo, me costó mucho porque trataba de hacerlo siguiendo el contexto de los dibujos y me volvía muy literal. Tuve que escribir tres cuentos distintos con sus múltiples versiones hasta conseguirlo.

Tanto por la incorporación de las nuevas tecnologías a casi todo en este mundo, como por la pasión con la que los niños se acercan a ellas, ¿crees que el e-book ayudará a crear más hábito lector? ¿O quedará en consumismo y descargas?

     Imagino que ayudará, aunque tampoco soy capaz de valorar hasta dónde. Creo que cualquier soporte que sume, ayuda. Más que con los niños, ocurrirá –o está ocurriendo- con los jóvenes que son lo que en verdad utilizan estas herramientas con mucha asiduidad.

¿Cómo lograste publicar con las grandes?

     A través de los premios fundamentalmente. En ocasiones no por ganar, sino por haber llegado a la final y que les interesara el texto. También enviando y enviando. Con muchas negativas y mucha dosis de paciencia y autoestima.

Los que fuimos niños lectores crecimos con el Barco de Vapor. Debe de ser un subidón que te publiquen y además ganar un premio ¿no?candela_misión-sarcófago

     Sí, un subidón. Mi primer barco de vapor fue «Palabras caracola» y lo recuerdo con verdadera emoción. No he llegado a ganar el premio El barco de vapor (todavía, porque todos los años me presento y nunca pierdo la esperanza) pero sí fui finalista con Kerida Azubá y por muy poco, según me dijeron. Eso reconforta tantas horas de escritura y anima a seguir adelante.

Tienes también un premio en poesía (lo vi en tu web, no sé si tienes alguno más). ¿Escribes hoy en día fuera del género LJI? ¿Te lo guardas para ti?

     Hace mucho tiempo que no escribo poesía. La última vez la escribí cuando murió mi padre y ya van para nueve años. Pero la poesía siempre está ahí. Intenté en alguna ocasión escribir poesía infantil, pero me resulta demasiado difícil. De todas formas, sí que escribo fuera del género de la LIJ, tengo textos de adultos, novelas y obras de teatro satíricas que escribo para representar con mis compañeros de mi otra profesión. Nos reímos mucho.

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