PACO ABRIL: «LA IMAGINACIÓN ES UN MÚSCULO QUE HAY QUE POTENCIAR»

On 27 abril, 2015 by Redacción Creatividad Literaria

El último libro de Paco Abril, Los dones de los cuentos, trata de fundamentar por qué los cuentos, narrados o escritos,28.Taller padres Gijón Sur tienen tanta importancia en nuestras vidas. Él los escribe (Resdán, La niña de la nube, La pregunta del cuco…) y los cuenta desde hace más de tres décadas. También fomenta que los niños escriban sus propias historias, tanto en multitudinarios talleres como desde la televisión o la prensa. Asturianos: ¿recordáis el suplemento La Oreja Verde, aquel espacio dedicado al público infantil en el diario regional La Nueva España? Una ventana para los niños que hoy se echa en falta no solo en dicho periódico sino en los medios de comunicación en general. Sus coordinadores durante ¡más de veinte años! fueron Paco Abril y la diseñadora Ana López Chicano. Además del amor incondicionado de los que leíamos aquellas hojas también recibieron premios, como el de 2002 al Mejor trabajo de Divulgación Científica otorgado por La Real Sociedad Española de Física por el serial «A ciencia cierta». El Ayuntamiento de Gijón le concedió en 2013 el Premio María Elvira Muñiz en reconocimiento a toda su trayectoria en favor de la promoción de la lectura. Entre otras actividades, Paco Abril coordinó la planificación y desarrollo de la red municipal de bibliotecas de la ciudad. Desde aquí pedimos algo más que un premio, solicitamos para Gijón una plaza, un parque o una biblioteca con el nombre Paco Abril.

Al final de la entrevista le pregunté de dónde venía eso de la oreja verde y recitó el poema de Gianni Rodari del que adoptó el nombre. Efectivamente, cuando terminó el último verso me fijé bien y su oreja izquierda era, de verdad que lo era, pequeña y verde. Podéis leer el poema aquí.

¿Qué dones tiene para ti escribir cuentos?los dones de los cuentos

Escribir me proporciona el don de la expresión. Me otorga la posibilidad de comunicar ideas, emociones o experiencias con palabras escritas, que es muy diferente a hacerlo con palabras habladas. Esta fabulosa comunicación a través de signos escritos posee la propiedad de ayudarnos a entender mejor a los demás, al mundo en el que vivimos y a nosotros mismos. La escritura y la lectura son los mayores y más prodigiosos inventos realizados por los seres humanos. Nunca dejarán de sorprenderme. Es fascinante que, siguiendo un relato impreso en un libro, seamos capaces de, por ejemplo, transportarnos al otro lado de un espejo, vivir en un planeta lejano o sentir lo mismo que un personaje de ficción con el que nos hemos identificado.

A la hora de escribir ¿piensas mucho en la didáctica o te dejas llevar más por la creación, por la trama?

Nunca pienso en la didáctica, esto es, en enseñar algo. Considero que la mejor didáctica es que una historia esté bien construida, es decir, que tenga coherencia y, por supuesto, que esté bien escrita.

En sus lecturas de cuentos también propone a los niños que escriban. ¿Qué importancia le da a que sean autores de sus propias historias?

Cuando fomentamos que los niños y las niñas escriban, les proporcionamos la extraordinaria capacidad de contar lo que piensan, lo que sienten y lo que viven con palabras escritas. Es como si les regalásemos un sofisticado artilugio  con el que pueden potenciar  al máximo su capacidad de expresión y de comunicación. Los adultos que se acercaban a leer los textos de los niños y niñas  que publicamos en La Oreja Verde se quedaban pasmados ante lo que eran capaces de contar por escrito.

¿Es suficiente su imaginación innata o necesitan de un aprendizaje sobrresdáne personajes/estructuras, etc. para crear un cuento?

La imaginación es como un músculo que hay que desarrollar, que hay que potenciar. Para potenciarla hay que ejercitarla. Cada vez son más los científicos que afirman que lo innato y lo aprendido no pueden separarse, pues interaccionan en un equilibrio dinámico. En un libro en el que se cuestionan los test de inteligencia, El genio que todos llevamos dentro, David Shenk, su autor, afirma: “Sabemos que los factores genéticos no operan en lugar de los factores ambientales, sino que interactúan con ellos. Las diferencias genéticas existen realmente. Pero estas diferencias no son una camisa de fuerza para mantenernos inmóviles sino correas elásticas a la espera de que se las estire y estire”.

Durante más de veinte años publicaste el suplemento infantil La Oreja Verde en La Nueva España. En él, además de compartir cuentos, fomentabas la participación de los niños. ¿Por qué finalizó? y ¿qué balance haces de todos esos años?

La Oreja Verde apareció el 9 de abril de 1989. Y dejó de publicarse el 30 de junio de 2012. Fueron veintitrés años de publicación ininterrumpida. Los seis primeros años realicé el suplemento en solitario; después, junto con mi mujer, Ana López Chicano. Fue una de las experiencias más importantes de mi vida, no tanto por lo que se hizo en sus 1.021 números, sino por todo lo que aprendí realizando esos suplementos y por todo lo que aprendí de los niños y las niñas. Todavía no sabemos con exactitud por qué se dejó de publicar. Solo se nos comunicó que, por culpa de una malvada señora llamada Crisis, el periódico tenia que recortar gastos. Y uno de esos recortes fueron los brotes verdes de La Oreja Verde. El suplemento se dejó de publicar cuando más proyectos teníamos y cuando más colegios querían colaborar, no solo de Asturias sino de otros lugares de España y hasta del extranjero.l.nina-nube-editorial-everest_1299058964

También he visto que has compartido cuenta cuentos con adultos. ¿Por que crees que son menos habituales? ¿Cómo los enfocas? ¿Publicarás algún día relatos para adultos?

Aunque en Asturias no sean demasiado habituales, en otros lugares como Madrid, Barcelona o en Los Silos (Tenerife), por poner el ejemplo de un pueblo muy pequeño, hay espacios, sobre todo bares, en los que casi todas las semanas se ofrecen sesiones de cuentacuentos para adultos.

El enfoque que le doy a estas sesiones es exactamente el mismo que para niños. Como considero que las buenas historias no tienen edad, a veces cuento a los adultos cuentos que les conté a los niños y te aseguro que les encantan. Para adultos acabo de publicar el ensayo “Los dones de las cuentos”, que es una reflexión, escrita de forma muy amena, sobre la importancia que los cuentos tienen para todos, empezando por los niños y las niñas.  Hace dos años publiqué Alma de papel, un libro de poemas que también ilustré con la técnica de collages (papeles recortados y pegados). Además fue el primer libro que apareció en Asturias editado con financiación compartida (crowfunding). Y sí, intentaré seguir publicando para adultos.

Supongo que le das mucha importancia a la oralidad de los cuentos. ¿Qué don tiene que nos cuenten cuentos?

Trato de responder a esa pregunta en Los dones de los cuentos. Sostengo que cada vez que le contamos un cuento a un niño o a una niña le damos una serie de regalos a los que he llamado dones. En el libro, que he tratado de escribir como si fuera una novela, exploro los trece dones que he descubierto: don del afecto, del consuelo, de la palabra, del pensamiento, de la identificación, de la imaginación, de la fuga, del deseo lector, de la empatía, del conocimiento, de la atención, de la verdad y de la prevención. Después de la publicación del libro, descubrí algunos más, como el de la justicia; si hay una nueva edición lo añadiré.

Has recibido varios premios por tu labor de fomento de la lecturaen-la-oreja-verde1

El primero que recibí fue el Primer Premio Nacional a la Mejor Labor Crítica de Literatura Infantil en el año 1979. Ha habido otros, pero el que me ha tocado más hondo ha sido el Premio Mª Elvira Muñiz que me concedieron en el año 2013. Es un premio de promoción de la lectura otorgado por el Ayuntamiento de Gijón al reconocimiento a una persona por toda su trayectoria y por iniciativas especialmente destacadas al fomento de la lectura.

¿Qué cambios propondrías hoy en día en el fomento de la lectura?

El mejor fomento de la lectura se hace cuando se les cuenta cuentos a los niños y a las niñas. Cuando un padre o una madre tienen a su bebé en brazos y le leen un relato le está transmitiendo el deseo de entrar en los libros, esos cofres secretos que guardan historias que nos harán vivir momentos fascinantes. Y todos podemos entrar y descubrir esa historias.  Solo tenemos que conseguir la llave de la lectura. Por eso realicé la campaña “Contadnos cuentos, por favor” que iba dirigida a concienciar a los adultos de la necesidad que los más pequeños tienen de cuentos. Explico esta experiencia en Los dones de los cuentos. Aparte de ese baño de cuentos diario, hay otras muchas maneras de fomentar el deseo de leer. Durante 16 años, por ejemplo, realicé cuarenta exposiciones de cuentos completos. En estas exposiciones los niños y niñas acudían no solo a ver y a oír un relato, venían a vivir un cuento de manera intensa: conversando sobre él, reescribiéndolo, dibujándolo e interpretándolo. El resultado fue que muchos querían leer esos cuentos después.

¿Cómo y cuándo escribes tú? ¿Cuál es tu lugar, tu horario, ritual, qué te inspira, cómo te organizas? Y,  ¿te pones también el sombrero para escribir…?
la pregunta del cuco

Carezco de horarios y de hábitos fijos. Cuando paseo por la calle y se me ocurre algo, me paro y lo anoto en una libreta que siempre llevo conmigo. Tiempo después lo paso al ordenador. Dado que estoy escribiendo poemas, ensayos, cuentos y artículos, aparte de pintar con papeles, estos es, de hacer collages, suelo tener el ordenador, las tijeras y la mente encendidas hasta altas horas de la noche. En cuanto al sombrero, como símbolo de una cierta excentricidad, de una cierta rareza, lo tengo siempre puesto, aunque no lo lleve sobre la cabeza.

¿Cómo fuiste aprendiendo a escribir cuentos? ¿Cuál fue tu aprendizaje?

Aprendí a escribir igual que se aprende a andar. A andar se aprende andando y a escribir escribiendo. Y leyendo, leyendo mucho; y escuchando, escuchando mucho. Debo añadir que la pregunta parece referirse a “cómo aprendí” en algún momento del pasado, pero el aprendizaje es continúo. Sigo aprendiendo todos los días.

¿Qué lees normalmente?

De todo. Trato de estar al día, cosa casi imposible, de los buenos cuentos que se publican para niños y, además, leo y estudio muchos libros de ensayo, novela y poesía. Tengo desperdigados por mi casa montones de libros empezados. Hago mías aquellas palabras de Cervantes: “Yo soy aficionado a leer, aunque sean los papeles rotos de las calles”.

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