JULIO RODRÍGUEZ: «LA POESÍA MOLA, PERO TAMBIÉN MOLA ARREGLAR UN VÁTER»

On 1 agosto, 2013 by Redacción Creatividad Literaria

A mitad de la entrevista Marina abre un poquito el ojo izquierdo. Julio balancea la sillita, se deja pellizcar y la niña vuelve a dormirse. Julio Rodríguez - DomésticaMientras la mira me dice «mola ¿eh?«. Desde que es padre confiesa que teme «amariconarse» a la hora de escribir. En su último poemario, ‘Tierra Batida’, dedica a su hija unos cuantos consejos, que espera no suenen a «tía rancia miedosa».

La editorial Visor publicará el libro el próximo otoño. Es la recompensa por ganar este año el Premio Internacional de Poesía Hermanos Argensola, tercer galardón por su tercer libro de poemas. Con el primero, ‘Naranjas cada vez que te levantas’ (Visor, 2008) cayó el Alarcos en 2007, y con el segundo, ‘Doméstica’ (DVD Ediciones 2011), fue el ganador del Ciudad de Mérida.

En prosa tampoco le ha ido mal. ‘El mayor poeta del mundo’, (Ediciones de la Universidad de Murcia, 2006) además de ser uno de los diez finalistas del Premio Planeta, obtuvo el Premio Vargas Llosa de Novela 2005. También ha escrito otra novela, ‘El vuelo de la monarca’ (Ediciones Menoscuarto Ediciones, 2011).

Publicaciones y premios aparte, Julio Rodríguez (Oviedo,1971) valora más el hecho de crear que el producto final en sí. De hecho, como profesor de Psicología Social que es en la Universidad de Oviedo ha investigado sobre la creatividad. Entre la sencillez que imprime a escribir, vivir, publicar, a la cultura y a los cánones, hay una máxima sencilla pero consciente: sufrir lo menos posible en cuanto a lo personal, y bajar a la poesía, aún adorándola, de su pedestal. Vuelvo al titular por si a alguien no le ha quedado claro: «La poesía mola, pero también mola arreglar un váter».

Ahora prepara un guión cinematográfico de una historia real que no tiene desperdicio y que tenéis que buscar más abajo, porque si os lo cuento aquí igual os perdéis otros titulares  del tipo: «Voy a acabar escribiendo prospectos de medicinas en vez de poemas». Creedme, hay más.

*** Cañas, albóndiga y contemplación a Marina en el Café Gijón (Gijón)

¿Utilizas tu formación de psicólogo a la hora de crear a los personajes y de cómo se relacionan en sociedad?

     Conscientemente no. Uno utiliza todo lo que tiene a su alcance, todo lo que ha aprendido está ahí y forma parte de ti, así que cuando escribes aparece, pero no conscientemente. Creo que si hubiera estudiado otra carrera no habría mucha diferencia. Más bien al revés porque a veces leo algo y me distraigo pensando “a mira la disonancia cognitiva…”  

 

¿Qué opinas de la escritura como terapia?

     Cualquier cosa que hagas que te salga de adentro y que te permita sacar, ya no los demonios, si no lo que tienes en general, y expresarte y comunicarte sin duda es bueno.  Y en cierto modo no sé si es algo terapéutico pero reconforta, ayuda, sirve, te hace sentir mejor con lo cual me parece bien. Hacerlo conscientemente ya no sé si será lo mismo, pero de modo inconsciente, cuando uno se pone a escribir es por algo ¿no? Escribes para sacar, contar o comunicar algo, para otros o para ti mismo, muchas veces escribes para ti. Hay mucha gente que escribe y lo guarda en el cajón sin embargo le gusta, lo hace y le ayuda. Con lo cual sí. Rotundamente sí.

 

Dirigiste la desaparecida Escuela de Relaciones Laborales de Gijón y eres escritor. ¿Podrías hacer un diagnóstico de la situación del mercado editorial?

      En la Escuela viví un ERE y ví cómo algo público y de educación  fue muy mal  tratado tanto por las autoridades de Gijón como por  la oposición, que tampoco hicieron nada. Imagínate cómo puede funcionar una editorial, pues a muerte ¿no? Pasan por muchas dificultades, es muy complicado. Salen adelante por el trabajo que ponen una persona o dos como mucho y dependen casi de la suerte. Es un trabajo encomiable el de las pequeñas editoriales. Las grandes también, pero de otro modo…

 

<<Un poco serio todo ¿no? ¿El qué, lo de las editoriales? No, la conversación. Ahora vienen las preguntas divertivas. No tranquila si es cosa mía. Tu hermana me dijo que eras muy divertido. Eso es amor fraternal. Seguimos>>

 

¿Te gustaría vivir solo de la Literatura?naranjas-cada-vez-que-te-levantas-9788475226873

      Ahora es cuando viene eso de… “me alegro de que me hagas esta pregunta”. La respuesta que se espera desde fuera es que sí, y la respuesta que te voy a dar es que no lo sé, con lo cual no ayuda nada. Probablemente no. Es un no condicionado a que como no vivo de eso pues metemos la teoría que te dije antes  de la disonancia cognitiva, como la fábula de la zorra que quería coger las uvas y como no llegaba dijo” va están verdes”. Pues es lo que hacemos siempre.  Pero bueno si digo que no me gusta vivir de la literatura es por lo que supone.  Si fuera estar en casa escribiendo libros, si eso es vivir de la literatura, entonces sí. Si conlleva giras, viajar por países, fiestas, tener que ir a las televisiones y tener que decir que sí a todo y rendir pleitesía a quien no me interesa, pues no. La suerte quizá de no vivir de la literatura es que haces lo que te da la gana y creo que tanto escribiendo como no es un lujo en cualquier aspecto de la vida.

    

De todos los géneros que cultivas he leído que dices que la poesía es tu preferido ¿por qué?

      No me gusta ir de poeta por la vida, de hecho, a veces, si me dicen “eres poeta” te quedas un poco como … “e que yo no te insulté” … pero sí con la poesía me siento más cómodo, también me gusta más leerla que la novela. La poesía me viene más de forma natural. Y la novela fue casi más  pornerse como un trabajo, venga voy a poner un ladrillo encima de otro y a construir este muro.  La poesía va por otro lado, esta casi en mí, suena a misticismo ¿no? (risas) me refiero a que es  más natural, más etérea, puedes escribir un verso, luego nada más, aparece, desaparece. Tiene que ver con la inspiración, entendida de muchas maneras. Es como más mágico, no sé, me gusta. Me gusta sí. Lo cual es un problema porque lo que vende más son las novelas pero como no estamos aquí para vivir de la literatura…

  <<Es inseguridad ¿no?. ¿El qué?. Apuntarlo todo cuando lo estás grabando. Sí, no me fío del móvil. Pues tienes que traer dos. Bueno, también es que me gusta tomar notas. A, vale>>

¿Cuándo, en qué momentos, escribes poesía? ¿Cuál es tu técnica?

 ¿Cuándo? Cuando viene. Normalmente, si estoy escribiendo poesía y a la vez estoy escribiendo una novela dejo la novela por no contagiarla del ritmo, la musicalidad… no conviene. Entonces cuando viene la poesía intento estrujarla y sacarle todo el jugo que pueda. Es muy difícil que me ponga, que me siente obligado a escribir un poema. A veces vas caminando, es un poco el rollo este místico, pero bueno, que seguramente estaba ahí ¿no? En la cabeza. Rondándote una idea y de repente  te sale un verso, y empiezas a tirar del hilo y aparece ¿no? Necesitas que venga, de echo es uno de los grandes temas poéticos, ¿volverá la poesía o no? Si uno será capaz  escribir o no.

 En cuanto a la técnica. Yo hago lo que me enseñó Lola Salvador cuando empecé a escribir en el 96 o por ahí. Es la guionista de El Crimen de Cuenca, Las bicicletas son para el verano, es también productora y probablemente la persona que me hizo ponerme a escribir en serio. Le gustaba lo que hacía, me apoyó y a día de hoy tenemos una gran amistad. En la Universidad de Oviedo dio unas clases de guión de cine. Ella nos dijo eso de que hay que conocer las reglas para saltárselas. En la poesía eso es básico. Yo he hecho setenta, ochenta sonetos de los que no sobrevivió ninguno, pero la técnica era perfecta…eso sí me sirvió para hacer poemas en verso libre, que es mucho más difícil que el otro, y tiene que ver con eso con saber las reglas: el ritmo, la pausa… Tengo poemas intachables, técnicamente perfectos y otros que no. Tiendo hacia el  verso libre, por salir algo del molde, y también probablemente por algunas referencias de otros autores. Me gusta la poesía americana. Traducir la poesía con rima significa que haces otro poema. Lógicamente, al final, lo que uno lee es la traducción, es verso libre al fin y al cabo. Y en fin yo creo que es interesante. Tener más libertad es siempre bueno y de vez en cuando hacer también algún poema irreprochable ¿no? Pero bueno, siempre hay un ritmo más allá de que no haya una métrica. Desde luego la rima la deseché hace tiempo por separar un poco la armadura. Parece que si no estás debajo de un balcón en el que hay una princesa con una coleta muy larga. Para que no se caiga la princesa dije, nada, quitamos la rima. La métrica la suelo mantener pero a veces me salgo porque necesito contar la historia de otra manera. También hago una poesía muy coloquial con lo cual te pide que te salgas a veces de esos espacios tan acotados.

 

¿Un poeta debe entrar en trance para escribir?El vuelo de la monarca

     Lo del trance… sí… Si ves a un poeta entrar en trance echa a correr. En cuanto escritura automática que alguien te dicte las palabras y tal no creo en eso. Depende del vino que hayas bebido, cantidad y marca, pero en cuanto a la creatividad, escribí un artículo sobre la creatividad y la psicología. Me interesa este tema. Pienso que el producto final es lo de menos. El acto de crear, el ser creativo por sí mismo es un fin. Yo pinto fatal, pinta mejor esta (señala a Marina) aún así hago mis dibujitos y a la basura, pero lo paso bien. Si es el resultado de lo que escribes es bueno y gusta pues puedes plantearte publicarlo pero si no pues para ti y a por el siguiente, lo disfrutas.

Yo una de las cosas que trato de hacer tanto escribiendo como cuando he organizado eventos culturales intento bajar la poesía de su pedestal. La poesía mola y tal pero ya,  pero también mola arreglar un váter. Es un oficio que está muy bien porque como todas las artes te hace ir un poco más allá pero en todo caso el que lo hace es la poesía y no el poeta. No es que reniegue de los autores pero deberían importarnos poco. Nos debería importar la obra, en este caso el poema. Igual hay un mal poeta que ha escrito un poema muy bueno.

 

Tus tres libros de poemas abarcan cinco años, ¿aprecias cambios?

    Sí claro. El primero gustó mucho y tal, tiene poemas muy distintos dentro de más o menos haber encontrado ya una voz. No sé cuántos poemarios habría escrito antes pero era el quinto año o sexto que mandaba al Premio Alarcos. Quedaron atrás los que no salieron y formaron parte de mi aprendizaje. Me alegro de no haberlos publicado, no tengo una primera obra de la que arrepentirme. Eran poemas de encontrar una voz, un estilo, son poemas ya con muchas referencias.  El segundo ‘Doméstica’ yo la llamo poesía en zapatillas, conscientemente fui ahondando en esa parte coloquial, intrascendente entre comillas, relegando de la trascendencia como tal, fijándome en la cotidianeidad. A veces son más importantes las cosas que tenemos delante de los ojos y por eso no lo vemos. Fui consciente de ahondar ahí y en el tercero yo creo que más todavía, voy a acabar escribiendo prospectos de medicamentos en vez de poemasEscaparme de la poesía, de la técnica no, pero bueno, darle un punto prosaico, un punto coloquial, cercano, y  que siga siendo poesía. El jurado del Premio Hermanos Argensola de Barbastro dijo que hacía un “colocalismo lírico” que es una contradicción ¿no? Quizá ahí quería llegar. Dijo también “que tenía mucha ironía”, para que veas. Yo creo que también uno sabe, aparte de encontrar tu voz, dónde puede aportar más. Yo en la poesía voy por ahí.

Igual que en la novela la primera es más humorística. La segunda es más entrañable, más poética. Y yo creo que debería ir por donde la primera. Porque donde puedo aportar más es ahí, es una característica más propia. Ahora, al final haré lo que me de la gana, lo que me divierta, además cada historia tiene su forma de contarla.

<<¿Eres Rosa? No. ¿Y usted?. No tampoco. ¿Ves?. ¿Qué?. Ese es el problema que tengo, le pasará a todos los que escriben. Ahí hay una historia. Ya, la otra señora era mayor, yo estoy acompañada. ¿A quién buscará?, ahí, con ese lunar a la izquierda de su ojo izquierdo. ¿Cómo se llama tu hija? Marina. Imagínate que se llamara Rosa. Si se llamara Rosa no se lo habría dicho. Se van a enfriar las albóndigas. Lo mismo digo. Seguimos. Venga.>>

¿Con qué historias te decides por la prosa?el-mejor-poeta-del-mundo

    Las historias son las que deciden. En  poesía no escribo historia si no mi historia, o mis historias: mis sentimientos, experiencias, situaciones concretas que me han pasado  o que he visto. Sin embargo con la novela es diferente. Estoy ahora escribiendo con un amigo el guión de un largo. Pensé en hacer la historia en novela pero vi que era mejor hacerla guión. Es la historia real de un tipo de 53 años que estuvo 33 en la cárcel. Lleva dos años fuera, se ha casado. Ha vuelto a nacer y se llama Lázaro. Quedamos todos los viernes en esta mesa desde hace unos cuantos meses para que nos cuente su historia. Es apasionante, yo me lo paso bomba. De tiros, navajazos, droga horrible. Las cárceles españolas de los años setenta, ochenta, imagínate. Cada historia te pide cómo contarla. Una novela puedes contarla en un tono cómico, o en otro más poético o lo que quieras. Pero incluso el formato. Esta historia por ejemplo yo me planteé hacer una novela pero la historia era una película, yo la veía en imágenes. Esto debería ser una serie pero no tiene salida en España. En Estados Unidos ya habrían hecho una película hace un montón. Es una historia real, más que de supervivencia, de volver a nacer, de salir de la cárcel después de tiempo y que la primera persona que conoce en el tren y que le deja la tarjeta se casa con ella. Al final no se hará porque será muy cara pero la única forma que de se haga es escribiéndola. Yo lo estoy pasando tan bien que casi me da igual. Y eso me pasa en general con la escritura: me divierte. El escritor martirizado ahí en casa sufriendo cada vez que le da al enter… vete a tomar por culo, pues  haz otra cosa, sal, date un baño. Oye, respeto, que cada uno haga lo que quiera. Si le gusta sufrir pues sufra. Mi máxima en la vida es sufrir lo menos posible.

       

¿Hay más ficción en tus novelas/cuentos o en tus poemas?

      Creo que casi todos los poetas hablan de sí mismos. Hablaba David gonzález de la poesía de no ficción, casi me parece redundante. Creo que en general en la poesía uno no miente. En la novela seguramente tampoco, en poesía uno habla más de uno mismo, es más autobiográfica. Creo que la mayor parte de poetas son así o por lo menos los que me gustan a mí. Me gusta  es sentir como mío algo lo que le ha pasado a otra persona. Para conseguir eso tienen que haber autenticidad, y por lo general es porque lo has vivido.

 

Te lo habrán preguntando mil veces, ¿quién es para ti el mayor poeta del mundo?

      Por supuesto yo. ¿Quién es el mayor poeta del mundo? El que se crea el mayor poeta del mundo. El título de la novela viene de una cita del Quijote, que no hay poeta que no piense de sí que es el mejor poeta del mundo. Nos habla de la vanidad porque lo que tú haces es lo mejor e inconmensurable. Sobre todo al principio, a algunos no se les pasa nunca. Yo lo tuve, llegué a tener esa percepción, ahora ya no. Estoy contento con lo que hago pero admiro a muchos autores, no necesariamente los del canon, los que nos mandan que nos gusten. Hay muchos que son maravillosos, que han hecho cosas increíbles y que se han quedado en el camino de que la gente los conozca. Es como citar a Bolaño, no existe y de repente es Dios. Bueno, igual hay que esperar un tiempo a que las cosas se pongan en su sitio. No hay mayor poeta más allá de uno mismo y de ole tus cojones. Lo que más me gusta de compartir talleres con lectores es que te pueden criticar pero tú les hablas de un clásico que a ti te apasiona y de repente alguno te sorprende diciendote que Kafka es un petardo y que les gusta más tu libro, que se lo han pasado mejor. Te das cuenta de que no hay que categorizar, que no hay nada ni malo ni bueno. Hay cosas que les gusta a la gente y las disfrutan, luego hay otras que no. Los eruditos piensan que unos son baja cultura y otros alta cultura, pero a mi me importa poco, la verdad. Si la gente se divierte leyendo a Dan Brown pues que se divierta. Si los niños leen aquellos tochos de la señora Rowling esa pues, si consiguen que un niño que está todo el día con la maquinita, la maquinita es una expresión de hace mil años ¿no?, si consiguen que lea algo, ese tocho maravilloso, igual luego les da por leer otra cosa, o no. Hay muchos autores que discuten por qué unos libros venden tanto en la librería, pues si venden tanto pues que vendan.

 <<Anda mira… hola Marina!. ¿Cómo que hola?, no, duerme, duerme. Ya está. Venga ese ojito. Yo creo que me controla. Claro, pensará quién es esta señora. Oye señora no ¿eh?. Buenos… Duerme como los indios, vigilando con un ojo medio abierto. De los ocho mil poemas que habré hecho había uno que se titulaba algo así como cuando cierre el ojo con el que duermo despierto, no sé algo así tremendo. Pues ahí sigue abierto. Sí, se cierra el ojo, que no el círculo. ¿Seguimos? Venga>>    

 

En tu web hay una sección llamada Tragaldabas, ¿tienes algún plato inspirador que recomendar?

     Me gusta muchísimo comer, y beber. Sin embargo no me gusta beber para escribir. Recomiendo mi fideuá y soy muy de marisco. Puedo hacer cualquier cosa bien después de unos oricios.

 

<<¿Me la cuidas mientras voy al baño?. Mira que si me largo con ella… Sabría cómo encontrarte>>

 

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