IGNACIO DEL VALLE: «NO SER UN PLASTA»

On 3 junio, 2015 by Redacción Creatividad Literaria

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Ignacio del Valle (Oviedo, 1971) se une a Miguel Barrero, Chus Fernández, David Barreiro, Sofía Castañón y Jon Bilbao en la lista de escritores ganadores del Premio Asturias Joven de Narrativa o Poesía a los que hemos ido entrevistando y cuya evolución nos interesa de manera especial. Él logró este galardón gracias a la novela El abrazo del boxeador, editada por KRK en 2001. Desde entonces  ha publicado una recopilación de cuentos, Caminando sobre las aguas (Páginas de Espuma. 2013), y las novelas Busca mi rostro (Plaza & Janés, 2012), Cómo el amor no transformó el mundo (Espasa, 2005) y la exitosa, traducida y premiada serie de Arturo Andrade que pronto verá su cuarta entrega: Los demonios de Berlín (Alfaguara. 2009, Premio de la Crítica de Asturias 2010), El tiempo de los emperadores extraños (Alfaguara, 2006. Prix Violeta Negra del Toulouse Polars du Sud 2011, Premio de la Crítica de Asturias 2007, mención especial Premio Dashiell Hammett 2007, Premio Libros con Huella 2006), que ha sido llevada al cine por Gerardo Herrero como Silencio en la nieve (2012), y El arte de matar dragones (Algaida. 2003. Premio Felipe Trigo). Su primera novela fue De donde vienen las olas (Aguaclara, 1999. Premio Salvador García Aguilar).

Ganador también de numerosos premios de relato, su obra ha sido traducida a varios idiomas. Ignacio del Valle publica una columna de opinión en el diario El Comercio de Gijón y dirige la sección cultural ‘Afinando los sentidos’, en Onda Cero Radio.

En el programa de Televisión Española Página 2 relatas que cuando ganaste tu primer premio de relato corto un miembro del jurado te dijo que eras el único que verdaderamente había querido contar algo. Ahora, convertido en escritor con varias publicaciones y premios a tu espalda, ¿tu impulso es ese, el de contar una historia? ¿O hay una parte para ti importante de estilo y forma?

Tiene que haber un equilibrio entre la estructura, el estilo y la trama. Si falla alguno de los tres apoyos la novela estará descompensada, de todas formas, lo importante es escribir algo interesante, y sobre todo, no ser un plasta.

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Desde aquel joven escritor al actual, ¿qué crees que te ha ayudado a mejorar?

Trabajar, trabajar y trabajar. Leer y escribir hasta la extenuación, cometer errores y sacar las pertinentes lecciones. Este oficio solo se termina cuando esparcen tus cenizas, así que siempre estás conectado, siempre has de mantener abiertos todos los canales, las orejas de Dumbo bien desplegadas, a todo tipo de géneros y temáticas, novela, ensayo, poesía, historiografía… genética, música, nanotecnología, escolástica… Es esa mezcla y tu capacidad para ser capaz de cambiar tus marcos mentales es lo que te ayuda a mejorar.

El País tituló un artículo sobre tu último libro de cuentos como ‘El escritor que esculpe palabras’. ¿Crees que una supervisión exhausta de cada palabra puede generar textos fríos?

Escribir bien es irrenunciable, pero de nada sirve tener una prosa exquisita si no estás contando una buena historia. Lo ideal es hacer ambas cosas, pero si hay que elegir prefiero un cuento imperfecto pero interesante a un cuento bien escrito y sin alma.

Ya está abierta la convocatoria para el Premio Asturias Joven de Narrativa 2015. Como ganador de este premio en 2001 conEl abrazo del boxeador cuéntanos cómo preparaste esta novela para el certamen y qué le recomiendas a alguien que se plantee presentarse.ignacio-del-valle-los-demonios-de-berlin

No me gustan los consejos, cada uno debe encontrar su camino, además las condiciones de trabajo han cambiado mucho en estos años. Lo importante es leer y escribir, y ser honesto con lo que haces. También ser consciente de que vas a recibir innumerables rechazos antes de conseguir un objetivo. El ratio suele ser el mismo de las leonas durante la caza: seis o siete de cada diez, fracasas.

¿Cuál crees que son las condiciones y/o requisitos fundamentales para finalizar una primera novela? ¿Y para continuar sin desanimarse?

Básicamente constancia y capacidad de riesgo. En la lectura y en la escritura. Si eres escritor, continuarás fracasando, y fracasando cada vez mejor, como decía Beckett, si eres un turista literario, acabarás dedicándote a otra cosa, porque en este oficio no se está por dinero o por fama -que si viene, bienvenido sea-, sino para hacer buenas novelas.

Has ganado numerosos premios de relato corto y has publicado una selección de ellos con Páginas de espuma. ¿Cómo trabajas los cuentos?, ¿en qué te diferencias cuando escribes relatos de cuando escribes novelas?

Los relatos son algo cerrado, una idea muy potente, un fogonazo, un puñetazo que hay que dar con contundencia y rapidez. La novela se desarrolla a base de perseverancia y admite muchos recorridos, muchas estructuras, muchos personajes, puede incluso no tener un centro de gravedad definido.

En internet hay un sinfín de decálogos y de recomendaciones sobre cómo escribir un buen cuento.  ¿Crees que hay que seguir estasignacio-del-valle-busca-mi-rostro(1) “normas? Si estás de acuerdo, ¿qué epígrafe aportarías tú fuera de los habituales?

Cada uno tiene que encontrar sus reglas, su manera de hacer las cosas. En este caso las recomendaciones no sirven de mucho, y para eso hay que leer cientos de cuentos. Lo que sí puedo hacer es recomendarte autores: Charles Baxter, Sherwood Anderson, Ivan Bunin, O.Henry, Katherine Mansfield, Ivo Andric, Manganelli, Primo Levi, Pere Calders, Ligotti, Isak Babel, Italo Calvino, Ambrose Bierce, Sommerset Maughman, Ray Bradbury…

Llevas años impulsando la candidatura de James Salter al Premio Princesa de Asturias de las Letras. ¿Qué rasgos destacas de este escritor? 

James Salter es un maestro en el arte de lo preciso y lo accidental, que domina como nadie las formas de la belleza sin gravedad, que huye de la grandilocuencia, que tiene una mirada estoica sobre la experiencia, sobre las conjeturas, sobre las sensaciones, ciertos estados de ánimo, todo encaminado a comprender la vida, la condición humana. En fin, a mí me parece un autor que se lo merece. Tuve un encuentro con él en NY -fue publicado en El Comercio de Gijón-y lo que más me sorprendió fue su sencillez, y que a pesar de sus años, él insistió en que seguía aprendiendo todos los días.

Recientemente un chico que ha ganado ya algún premio y que intenta dedicarse en exclusiva a escribir me hablaba de los miedos del escritor y de que él siempre está luchando contra alguno: a no gustar, a que la historia se desinfle, a no ganar ningún premio, a la página en blanco… ¿Tú tienes algún miedo o has superado alguno concreto?ignacio-del-valle-el-arte-de-matar-dragones(1)

Todos tenemos miedos, pero hay que enfrentarse a ellos porque si no devienen en neurosis. Yo tengo miedo a no ser capaz de evolucionar, a estancarme, a ser complaciente conmigo mismo… hay legiones enteras de miedos, todos vivimos en la incertidumbre. Pero el verdadero miedo es a mirar atrás y comprobar que no eres lo que habíais querido ser, eso sí que da miedo, por eso debemos emplearnos a fondo, trabajo, disciplina, voluntad, y entender que los fracasos nos van a enseñar cosas de nosotros mismos que desconocíamos y que nos servirán. Yo tengo muy presente la frase de Plutarco: “Nada es inconquistable para los audaces y nada es seguro para los cobardes”.
 

Tienes varias novelas históricas. ¿Quiénes son tus referentes?

En realidad da igual qué tipo de novela escribas, tú eres el resultado de muchas lecturas, de muchos estados de ánimo, experiencias, anhelos, frustraciones, pasiones, envidias… ¿Autores? Hay cientos, de cada uno aprendo una cosa, todos me susurran:— Bernal Díaz del Castillo, Herodoto, Cormac McCarthy, Stoker, Lermontov, Cervantes, Mishima, Camus, Tocqueville, Updike, Malaparte, Cela, Horacio Quiroga, Queirós, Mauriac, Arturo Barea…

¿Cómo construyes a los protagonistas? ¿Haces listas con todas las características que te imaginas sobre ellos? ¿Cómo te organizaste, por ejemplo, en el caso de la trilogía de Arturo Andrade?

Soy muy intuitivo a la hora de crear los personajes, y bastante anárquico, no hago listas, simplemente dejo que se desarrollen en mi cabeza, supongo queignacio-del-valle-como-el-amor-no-transformo-el-mundo son una mezcla de todos los personajes de mis lecturas y las personas reales que conozco, se produce un crisol que sublima diferentes caracteres. De todas formas no puedes sistematizar todos los aspectos de la creación, tiene que haber un componente onírico, mágico, aunque antes te hayas pasado días enteros documentándote, colocando el telón de fondo.

Y respecto a tu futura novela, ¿qué nos puedes adelantar?

Pues te adelanto que ya está terminada la cuarta novela de la serie de Arturo Andrade. Después de seis años, sentía la necesidad de volver a este personaje fetiche, de comprobar qué era de él y cómo le iba. Supongo que saldrá en unos meses. Y ahora estoy en otro proyecto diferente que me llevará un par de años terminar.

Escribir una novela histórica supone alejarse de la cotidianeidad y de lo conocido y hay quien dice que es más sencillo escribir sobre aquello que conocemos bien. Además de ambientar la época, de documentarse bien, ¿cómo haces para tú, como escritor, para sentirte cómodo relatando un tiempo que no viviste?

Para sentirme cómodo en una época que no he vivido basta con sentir pasión por ella. El resto viene solo.

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