JOSÉ ANTONIO GARRIGA VELA: «MIRO E INTERPRETO»
José Antonio Garriga es el último ganador del Premio de Novela Café Gijón. Lo logró con El cuarto de las estrellas. Su primera novela fue Una visión del jardín (1985), a la que siguió con Muntaner 38, galardonada con el Premio Jaén de Novela 1996. A continuación escribió El vendedor de rosas(2000), Los que no están (2001) y Pacífico (2008), con la que obtuvo el Premio Dulce Chacón. Es autor, además, de varios libros de cuentos y de dos obras de teatro. Nos atiende después de participar como jurado del Festival de Málaga, ciudad donde reside.
¿Te dedicas solo a la escritura?
Me dedico solo a la escritura desde la publicación de Muntaner, 38. Estoy licenciado en Derecho pero nunca he ejercido. También tuve bares, hasta que a los 40 años gané el Premio Jaén de Novela y a partir de entonces me dedico exclusivamente a escribir. Un privilegio maravilloso.
Mucha gente dice que le encanta escribir pero nunca encuentra tiempo o cree que le va a salir mal o hasta les da vergüenza. ¿Tuviste que romper alguno de estos maleficios en tus principios o nada que ver? ¿Cómo empezaste a escribir ficción?
Siempre tuve claro que quería ser escritor, incluso guardo un poema de los 9 años titulado Contrariedad. La escritura absorbe el tiempo. Yo sería incapaz de compaginarla con otra actividad.
¿Cómo fue tu camino para lograr publicar?
Mi primer libro lo publicó la Universidad de Granada en 1978, era un pequeño libro de cuentos que agradó al encargado de publicaciones. Después publiqué varios libros de relatos, gané premios de teatro con obras que se publicaron y representaron. Hasta que en 1996 conseguí el Jaén de novela.
¿Eres un obseso de la literatura ¿ ¿Cómo convives con la creación y la lectura?
No soy un obseso de nada. Me gusta escribir, leer, viajar, ver cine… aunque sobre todo escribo. Y vivo, porque si no lo hiciera no sabría qué escribir. Me inspira la vida, las personas que me cruzo por la calle, los paisajes, los pensamientos que me vienen a la cabeza cuando voy conduciendo o paseando.
¿Te influye lo que lees de otros?
No lo sé. Sin duda hay escritores que me cautivaron y probablemente me influyeron.
¿Crees que inspirándote en otros se puede llegar a desarrollar un estilo propio o estás condenado a la copia?
Cuando se empieza a escribir se tienen demonios culturales y autores que nos marcan. Luego cada cuál va forjando su propio estilo.
¿Cómo es el día a día mientras escribes una novela?
La novela es la historia de una obsesión y sus consecuencias. No hay descanso. Paso las 24 horas del día dando vueltas a la historia. Vivo la ficción y soy feliz en ese mundo. Vivo dos mundos: el real y el fantástico, y a menudo no sé en cuál de los dos me encuentro.
Has dejado etapas largas entre libro y libro, ¿escribes en esos intervalos?
Soy muy lento escribiendo. A veces dejo descansar las historias y me voy de viaje, pero no dejo de pensar en ellas. Mis dos últimas novelas, Pacífico y El cuarto de las estrellas, me han ocupado siete y cinco años de tiempo respectivamente, y eso que son cortas.
La familia es un tema que has trabajado en tus novelas, ¿qué otros temas te llevan a la escritura?
Una familia contiene los personajes necesarios para crear un mundo propio. Dentro de ese mundo conviven otros personajes. La familia me permite crear una complicidad más íntima con el lector, como si confesara mi vida privada aunque lo que cuento no tenga nada que ver conmigo; aunque he de confesar que siempre hay algo de uno mismo.
¿Eres de los que copia, reproduce lo que observa de la realidad? ¿o te montas un mundo nuevo para tus historias?
Miro e interpreto. La realidad y la ficción se cruzan y entremezclan en mis novelas, hasta el punto de que al final se confunden y todo acaba siendo verdad.
¿Sigues alguna técnica para estructurar tus novelas y no irte por las ramas?
No, simplemente desnudo la realidad para llegar a lo esencial.
¿Crees que se puede aprender a escribir ficción o que es algo innato, intuitivo y que lo tienes o no lo tienes?
Creo en la vocación y también creo que se puede ir perfeccionando el estilo, aunque no siempre es así. Me enfrento a cada novela como si fuera la primera que escribo.
Cuando os juntáis varios escritores en festivales ¿habláis de literatura y os dais ideas unos a otros? ¿ O son días de juerga?
No suelo prodigarme mucho por festivales ni encuentros literarios. Cuando me reúno con los amigos escritores hablamos de todo, no exclusivamente de literatura.
¿Tienes en cuenta las opiniones de otros?
A veces sí y a veces no. Me gusta escuchar. Escucho más que hablo.
¿Qué opinas de la crítica literaria?
Los críticos, hasta la fecha, siempre me han tratado muy bien. O sea que no puedo decir nada malo de ellos sino todo lo contrario.
¿Qué tal el Festival de Málaga?
Toda una experiencia eso de ser jurado en un festival de cine. Ha estado muy bien.
