ENTREVISTA IMAGINARIA A POE CON CONSEJOS PARA ESCRITORES
Edgar, Edgar, no oigo bien tus respuestas… Venga, por una vez sé dócil y responde, ayudará a que te retiren esa fama que te acompaña de personaje complicado y turbado. Porque, ¿realmente eras así o es parte del mito? Porque, detrás de un conjunto de relatos de terror ¿hay por fuerza un escritor deprimido? Porque, y ahí va la pregunta clave: ¿te ayudaba el alcohol? Pasado más de siglo y medio de tu muerte dicen los teóricos que eres el creador del género de terror, de los relatos detectivescos y el impulsor de lo gótico. Si pudieras hablar ¿qué consejos darías para escribir buenas historias? Eso es, habla, habla mientras Carlos Rivaherrera te hace un retrato… Manifiéstate…
Conoce de antemano el final. Sí, este punto es polémico porque algunos escritores prefieren no saber cómo cerrarán su historia y que sean los propios personajes los que guíen la historia. Poe no estaba de acuerdo. Creía que se debía saber cómo iba a avanzar la historia para así poder ir preparando la historia para su final. El escritor tiene que “dar a su argumento ese indispensable aire de consecuencia”. El final tiene que parecer inevitable.
Sé breve. O lo que es lo mismo: deja que tu lector pueda leer tu texto de un solo golpe. Mejor apostar por dejar a los lectores la noche en vela leyendo.
Tienes que saber de antemano el efecto que quieres conseguir. ¿Quieres que tus lectores lloren mientras leen? Pues tienes que saberlo antes de ponerte a escribir la primera línea, para poder apuntalar el texto y que sean capaces de sentir lo que tú quieres que sientan. Poe creía que los escritores pueden manipular los sentimientos de sus lectores.
Establece un tono para tu trabajo. Y una vez establecido hay que mantenerlo. Poe recomienda repetir una clave que mantenga el tono. Puede ser una palabra, una frase o una imagen. En El cuervo es la palabra nevermore, nunca más, que escogió porque le gustaba como sonaba y lo que transmitía. El tono melancólico era “el más legítimo de los tonos poéticos” en su opinión.
Escoge un tema y las características que marcarán tu trabajo. Y todo lo que hagas estará marcado por ese tema que has escogido. Poe hablaba de la muerte y todo giraba sobre eso.
Establece el punto que funcionará como clímax. O lo que es lo mismo, dirige todo a un punto culminante que será el bombazo de la historia. En El cuervo, la historia va mezclando dos subhistorias (el pobre hombre que recibe la visita y lamenta la pérdida de Lenore y el cuervo parlanchín que repite la palabra clave que genera melancolía) para converger en el final y fusionarse. Esto es tan importante que Poe recomienda que sea el final sea lo primero que se escriba.
Determina el contexto. Y como ya sabes cómo va a acabar la historia, puedes ir posicionando cosas y personas para empujar la resolución de la historia. Los detalles del contexto o el escenario en el que se desarrollará la historia tienen que estar pensados para apuntalar lo que vamos a descubrir cuando lleguemos al momento determinante.
(Consejos vía OpenCulture)
